Pues la emoción duró exactamente unos 20 segundos, lo que tardaron los maestros de los 2 primeros tableros en firmar tablas al mismo tiempo. Para los aficionados que estaban siguiendo las partidas esto supuso una burla, tras haber seguido el torneo durante las 7 rondas anteriores se encuentran con que no va a haber lucha en la última partida.

          Hay dos formas de enfocar esta situación. El punto de vista del jugador y el punto de vista del aficionado y del organizador. Hay que ser comprensivo con el jugador que se gana la vida yendo de torneo en torneo y que trata de asegurarse un dinero con el que vivir, arriesgarse a una derrota en la última ronda te puede dejar con un premio pequeño o incluso sin premio. Pero no hay que olvidar la imagen que se está dando, la de un deporte en el que se pacta el resultado antes de jugar y en el que nada parece ser lo que es.

          El problema es que se pretende atraer al público a los torneos y que se tome el ajedrez como un deporte y no como un juego, algo bastante difícil ya que todo deporte lleva implícito la búsqueda de la victoria. Antes de empezar esta ronda charlaba con un aficionado, que me comentaba ilusionado: 'Ahora empieza lo bueno, esto va a ser emocionante'. Menuda cara que se le quedó cuando vio que los jugadores se levantaban a los pocos segundos, no entendía nada y le tuve que explicar que esto era bastante común. Evidentemente no creo que este aficionado vuelva a un torneo.

          Al final las cuentas les salieron mal al cuarteto, ya que Strikovic venció en su última partida y el desempate le dio el primer puesto. Un ganador final que no entraba en las quinielas, pero que a última hora, y ante la permisividad de los primeros clasificados, logró alzarse con la victoria final.

          El mejor jugador conquense fue Herminio Herraiz, clasificado en 3er lugar. Mención especial para Carlos Hidalgo, ganador del torneo de Ferias, que finalizó en un meritorio 15º lugar, por delante de un MI, Alfredo Giaccio.

Resultados

Clasificación final